1.3. Características educativas
02.03.2015 18:27
Las personas con s.D. presentan unas características que les dan una apariencia común, propia del síndrome, pero con una clara diferencia determinada por la herencia y el ambiente de cada individuo por lo que también son diferentes entre sí.
Partiendo de su individualidad, podemos considerar un conjunto de características que les son comunes, si bien en grado diverso:
- Los alumnos y alumnas con s.D. son competentes para aprender. No todos tienen la misma capacidad, pero todos pueden aprender si creemos en sus posibilidades, le damos oportunidades y planteamos estrategias de enseñanza acordes con sus peculiaridades. Para que se produzca un aprendizaje adecuado, la familia, la escuela y la sociedad deben interactuar con estrategias de aprendizaje apropiadas a su forma de ser y de aprender. Cada persona aprende si se le ofrece el entorno adecuado, se le anima y se le ofrecen oportunidades de aprendizaje.
- Aprenden en la escuela de todos. Estos alumnos y alumnas tienen amplia capacidad para desenvolverse con crecientes grados de autonomía en la vida diaria. La escuela es un lugar para educarse en la convivencia y no sólo para transmitir conocimientos, sino para aprender a descubrirlos de manera compartida. La escuela inclusiva atiende esas diferencias con estrategias de enseñanza adecuadas a su modo y ritmo de aprender. La atención a la diversidad es un concepto para dar respuesta a las necesidades educativas de cualquier alumno o alumna.
- Este alumnado presenta lentitud en su capacidad cognitiva. Los procesos y los ritmos de los sistemas nerviosos y cognitivo son más lentos. El aprendizaje de los alumnos y alumnas con Síndrome de Down se realiza a ritmo lento. Tienen una manera distinta de adquirir y organizar la información. La entrada de información, su procesamiento y su posterior respuesta discurren lentamente en su cerebro. Las vías existen, sólo que la información pasa más lentamente. Las personas con Síndrome de Down son inteligentes y desarrollan su inteligencia a lo largo de su vida; nos referimos con inteligencia a las diversas inteligencias desarrolladas por Howard Gardner en su Teoría de las Inteligencias Múltiples, en la que el autor establece que no tenemos una única capacidad mental, sino varias. Esto implica que una medida de la inteligencia basada en los ámbitos lógico-matemáticos y/o lingüísticos no concluiría resultados ni objetivos, ni definitivos. Es, por tanto, muy conveniente, que la atención educativa a todo el alumnado, y al alumnado con Síndrome de Down en particular, desarrolle la inteligencia en todos sus ámbitos y vertientes, ya que así implementaremos un proceso de calidad, respetuoso con el individuo y adaptado a las posibilidades reales de nuestro alumnado; un proceso en el que prevalezca la búsqueda del desarrollo integral de la persona como gran objetivo-guía para con ellos y ellas.
- Son puntos fuertes su percepción y memoria visual. Presentan dificultades en los Procesos Psicológicos Básicos: percepción, memoria, lenguaje, atención y en la motivación. En general, podemos afirmar que la percepción y memoria visuales de las personas con Síndrome de Down son mejores que las auditivas. Si bien pueden aparecer problemas auditivos y de visión que dificulten el aprendizaje a la hora de recibir las explicaciones del profesorado, podemos afirmar que la memoria visual y el aprendizaje a partir de la información que se les presenta visualmente, pueden considerarse sus puntos fuertes. Esto puede considerarse como uno de los motivos por los que les gusta aprender en ordenador: presenta la información visualmente. Por otra parte, en cuanto a la memoria a corto plazo se observan deficiencias para captar y memorizar imágenes, listados de palabras, listados de números y especialmente frases. Estas dificultades son mayores cuando la información es verbal que cuando es visual. La memoria a largo plazo explícita o declarativa, por su parte, (retener, relacionar y evocar la información) está disminuida en las personas con Síndrome de Down, estando más afectada que la implícita o instrumental.
- Su capacidad comprensiva es claramente superior a la expresiva. Las personas con Síndrome de Down presentan problemas de lenguaje y comunicación, no sólo por sus dificultades para la simbolización y representación, sino también por aspectos relacionados con la capacidad para emitir y articular palabras, ya que presentan dificultades en la respiración y en la motricidad buco facial. Podemos afirmar, que poseen un
pensamiento más claro que cuando lo expresan oralmente. Tienen claro lo que quieren decir pero les cuesta trabajo expresarlo.
- Presentan “deficiencias en los sistemas de atención y alerta” que se encuentran muy relacionadas con los problemas para tomar la iniciativa. Así, pueden desconectar y aislarse si no provocamos una interacción guiada con ellos.
- Motivación. La motivación del alumnado con Síndrome de Down parece más débil, más inconstante y menos robusta, cuando se tiene que enfrentar a tareas más dificultosas y menos agradables. La autoestima de las personas con Síndrome de Down suele estar disminuida. Tienen baja expectativa de éxito. Sin embargo, crece enormemente si intervienen, contestan y además aciertan. Ponerles en situaciones de éxito favorecerá su desarrollo personal, mejorando su autoconcepto y su autoestima en el ámbito escolar.
- Las personas con síndrome de Down aprenden a leer antes que a escribir. Su escritura muestra signos de imperfección. La ejecución de trazos y grafismos es imperfecta y requiere numerosas sesiones de aprendizaje y entrenamiento.
- Por otra parte, los alumnos con este síndrome presentan más dificultades para el razonamiento aritmético y el cálculo. Estos problemas aparecen con relativa frecuencia, agravándose cuando no hay una buena intervención educativa. Pueden, sin embargo, realizar operaciones abstractas, pero precisan más práctica, más ayuda, más tiempo.
- Suelen tener buena capacidad de observación e imitación. La inclusión escolar les permite adquirir modelos normalizados de conducta, aprendizaje, interacción, gracias a la observación e imitación de conductas.
- Las personas con s.D. presentan tendencia a la persistencia de conducta y resistencia a los cambios. Les resulta difícil cambiar de conducta rápidamente. Tienen menor capacidad de respuesta a lo nuevo. A veces se les considera testarudos o testarudas, cuando no es más que menor capacidad de reacción al cambio.
- Los alumnos y alumnas con s.D. mejoran el contexto escolar. Su trabajo, esfuerzo y tenacidad sirven de modelo para otros compañeros y compañeras. Aportan unas diferencias que enriquecen el ambiente escolar. También enseñan a los demás con su trabajo y esfuerzo permanente ya que trabajan y se esfuerzan. Mantienen buenas habilidades de interacción social, son comunicativos y responden bien a las demandas del entorno. Muestran facilidad para interactuar gratamente con las personas y su sensibilidad afectiva crea un ambiente agradable. Pueden captar emociones que para otros pasan desapercibidas.