5. EVALUACIÓN E IDENTIFICACIÓN

Los trastornos graves de conducta varían en función del sexo. Suele ser al menos tres veces más común entre los chicos. La edad de comienzo del trastorno en los varones está en el intervalo de 8 a 10 años. En las chicas, el inicio se concentra entre los 14 y 16 años.

El alumnado con trastornos de conducta suele obtener bajas calificaciones y abandonan la escuela antes que sus compañeros de igual edad, estatus social y otras variables demográficas. Tendrán problemas sociales por su agresividad, escasas habilidades sociales y aceptación de la autoridad de otros.

En otras ocasiones van acompañados de circunstancias que agravan la situación como pueden ser: cambios de domicilios, cambios de colegios, cambios de profesor, separación o divorcio de los padres y madres, muerte de algún íntimo o familiar y las agresiones, físicas y sexuales.

En la siguiente tabla mostraremos las caracerísticas identificativas de los trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador. TDAH: Trastorno por déficit de atención con hiperactividad. TND: Trastorno negativista desafiante. TD: Trastorno disocial

¿Cómo es el perfil de un niño con TDH?

  • Existencia de un patrón de conducta anómalo, persistente y reiterado.
  • Presencia de alteraciones conductuales en distintos ambientes: hogar, escuela, calle. Es decir, las conductas manifestadas no son específicas de ningún contexto o situación.
  • Mayor prevalencia en el género masculino.
  • En el alumnado con este patrón de conducta se da un deterioro significativo del nivel académico, además de más alta conflictividad familiar y social.
  • Presentan sintomatología clínica subyacente: baja autoestima, escasa tolerancia a la frustración, inestabilidad y labilidad emocional.
  • Suele cursar con trastornos asociados: ansiedad, de aprendizaje, del estado de ánimo

¿Cómo puedo saber si mi hijo tiene TDH?

Según Vaquerizo-Madrid J. (2005) ha identificado 9 signos de alerta evolutivos del TDAH en preescolares:

  1. Pobre desarrollo del juego social (asociativo-cooperativo).
  2. Estilo de juego: Preferencia por los juegos deportivos sobre los educativos.
  3. Actitud “desmontadora” ante los juguetes. Pobre “interés sostenido” por el juego con juguetes.
  4. Retraso en el lenguaje.
  5. Retraso en el desarrollo de la motricidad fina adaptativa: torpeza.
  6. Dificultades para el aprendizaje para los colores, los números y las letras.
  7. Dificultades en el desarrollo gráfico y comprensión de la figura humana en el dibujo.
  8. Inmadurez emocional.
  9. Rabietas y accidentes en el hogar o en el parvulario.

Características de un niño con TDAH

  • Síntomas atencionales: falta de atención en los ámbitos laboral y académico.
  • Impulsividad: problemas de autocontrol, poder esperar turnos, responder precipitadamente cortando la palabra a los demás, etc.
  • Hiperactividad: en esta etapa es más interna, sintiendo la persona una inquietud subjetiva interior, como un motor que no cesa, que le impide relajarse. Mueven las piernas, juegan con las manos, toleran malestar sentados largos períodos de tiempo, se muestran verborreicos...
  • Labilidad afectiva. se manifiesta en oscilaciones desde el humor normal a la depresión (la cual es descrita como “sentirse bajo de ánimo”, aburrido, descontento), o hacia la excitación y una ligera euforia. Las oscilaciones del humor habitualmente duran horas, o como mucho unos pocos días desorganización
  • Explosiones de ira y temperamento irascible

Detección

Si se toma como referencia el DSM - IV, para la identificación del alumnado y evitar el sobrediagnóstico, se deben cumplir los criterios establecidos, de los cuales destacamos: 
 
a) Evaluar el comportamiento, sobre todo la hiperactividad, en relación con lo que podría considerarse normal en otros individuos de la misma edad y nivel de desarrollo pertenecientes a la misma cultura. 
 
b) Las manifestaciones comportamentales deben darse en múltiples contextos, para que no se contemplen comportamientos representativos de inquietud o pérdida de interés que son más o menos de esperar en un contexto poco estimulante. 
 
c) La persistencia en el tiempo produce un significativo deterioro personal, escolar y social.
 
d) Otra característica suele ser la precocidad, especialmente en el TDAH, en el que los síntomas deben de haber cursado necesariamente antes de los siete años.
 

Evaluación

En el proceso de evaluación se trata de adoptar una perspectiva funcional y comprensiva, centrarse en los déficits y excesos del sujeto y analizar su naturaleza, con el fin de seleccionar las técnicas de intervención más adecuadas. Desde esta perspectiva funcional, el proceso de diagnóstico se fundamenta en entrevistas y escalas de estimación cumplimentadas por padres y madres y por el profesorado, técnicas para la observación directa del comportamiento y la aplicación de procedimientos de evaluación centrados en el alumnado. 
 
 
 
A continuación añadimos un ejemplo de la escala de estimaión conductual.