3. NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
“Las necesidades educativas especiales tienen que entenderse dentro de un continuo de grados diferentes y que son relativas tanto a los factores internos del niño como a las disponibilidades de recursos adecuados en su entorno” (Font, 1994).
El currículo ordinario, es el elemento básico encargado de valorar las necesidades educativas especiales de los alumnos y alumnos con Discapacidad Intelectual. Determina lo que el alumnado necesita teniendo en cuenta su nivel de competencia, entorno familiar, escolar, y los recursos materiales y personales.
Hay que tener en cuenta que las necesidades de los alumnos con Discapacidad Intelectual sobrepasan el estricto marco curricular, especialmente aquellos que necesitan un apoyo extenso o generalizado. Sobre todo en lo referente a su desenvolvimiento social, a su autonomía, a su vida en el hogar y en la comunidad, así como a aquellos aspectos vinculados a factores personales, tales como las necesidades socio-emocionales. No necesitan 100 % apoyo en todos los aspectos, dependerán de la etiología de la discapacidad, el tipo y el grado de déficit, la estimulación familiar y escolar.
Las necesidades educativas se dividen en los siguientes bloques, derivados de las cinco dimensiones de la persona con Discapacidad Intelectual:
3.1.NECESIDADES DERIVADAS DEL FUNCIONAMIENTO INTELECTUAL
El funcionamiento intelectual del alumnado con D.I., puede caracterizarse por la alteración de determinadas capacidades implicadas en la inteligencia como:
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La atención y memoria.
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El control conductual y la metacognición.
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El procesamiento de la información, en todas sus fases: entrada, proceso y salida.
3.2.NECESIDADES DERIVADAS DE LAS HABILIDADES ADAPTATIVAS
Habilidades adaptativas, en las que pueden presentar dificultades de mayor o menor intensidad:
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Comunicación
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Autocuidado
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Habilidades de vida en el hogar
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Habilidades sociales
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Utilización de la comunidad
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Autodeterminación
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Salud y seguridad
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Académicas funcionales
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Ocio y tiempo libre
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Trabajo
3.3.NECESIDADES DERIVADAS DE LA PARTICIPACIÓN, INTERACCIÓN Y ROLES SOCIALES
Esta dimensión está influenciada en gran manera por las oportunidades de que dispone el alumnado.
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Participación: se refiere a la implicación del alumno o alumna y a la ejecución de tareas en situaciones de la vida real.
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La falta de participación e interacciones puede ser el resultado de la falta de disponibilidad y accesibilidad de recursos, acomodaciones y servicios.
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La falta de participación e interacciones frecuentemente limita el logro de los roles sociales valorados.
3.4. NECESIDADES DERIVADAS DE LA SALUD
Los problemas de salud del alumnado con D.I., no son distintos a los que puedan presentar el alumnado sin dicha discapacidad, aunque sus efectos pueden ser diferentes, debido a los ambientes en que estas personas se han de desenvolver y a sus limitadas habilidades de afrontarlos.
3.5 NECESIDADES DERIVADAS DEL CONTEXTO
Las características ambientales pueden facilitar o impedir el crecimiento, desarrollo, bienestar y satisfacción de la persona. Los entornos saludables tienen tres características principales: proporcionan oportunidades, fomentan el bienestar y promueven la estabilidad (Shalock y Kieman, 1990).
Los factores ambientales más importantes relacionados con el fomento del bienestar incluyen: el bienestar físico (salud y seguridad personal), material (confort material y seguridad económica); social (actividades comunitarias cívicas); estimulación y desarrollo cognitivo; ocio y tiempo libre adecuado, y trabajo interesante y remunerado. Un ambiente óptimo debe ofrecer además estabilidad, debe ser un ambiente predecible y susceptible de control.